¡Hola! ¿Qué tal te encuentras?
Te voy a resumir muy brevemente lo que sucedió desde la última vez que escribí en esta web, en 2019 y que retomé hace poco, en 2023:
- Escribí un libro. Este: Eso no estaba en mi libro de Japón.
- Leí bastante.
- Tuve una hija.
- Sobreviví a una pandemia.
Y me bajé del carro de las redes sociales
Vivo en los márgenes de Instagram porque intento conservar la fotografía, pero a Facebook y a Twitter acudo en contadas ocasiones. Aunque tampoco es algo premeditado ni extremo, porque las cuentas aún las conservo.
Lo publicado, publicado está.
Sin embargo, darme cuenta de que mi tiempo en las redes se había diluido, me hizo reflexionar mucho y llegar a varias conclusiones.
Por ahora solo te cuento estas:
- Era el cansancio lo que me trastocaba. Más allá de que ser madre puso mis prioridades patas arriba, estaba cansada de invertir tiempo y esfuerzo en tratar de atraer la mirada de los internautas. Mientras saltaba de red en red, ese tiempo, desaparecía del reloj de mi realidad. ¿Qué pasaría si toda esta dedicación la focalizara en mi contexto más concreto? Dar un “me gusta” de verdad —decirlo—. O prescindir de esas estúpidas imágenes bucólicas con frases motivadoras para pensar más y elegir mejor las palabras que verbalizo.
- La velocidad en la que vivimos me paraliza. Si los inquietos necesitamos correr para mantenernos en el mismo lugar, ¿qué hay de aquellos que van a la cola —o a la cabeza—? Leí, pensé y escribí durante años. Para poder digerir cada texto que leía necesitaba masticar cada pensamiento y regurgitarlo en folios en blanco. Todo muy poco a poco, sin ambiciones ni publicaciones. Ojo. Muy importante esto último, para que mi nueva realidad —la del distanciamiento online— no fuera secuestrada por mi avatar, ese yo mío que pertenece a las redes sociales. Lucho mucho para no consumir tanto de ellas. Contra ese avatar que yo misma diseñé, y que continuamente me murmura “si no puedes exhibirlo en las rrss es que o no lo hiciste, o carece de interés”.Si has llegado hasta aquí, te felicito porque has leído más de 360 palabras. Sobre la lectura te quería hablar, pero eso te lo cuento por aquí.