Esta entrada forma parte de la serie Una imagen, una historia.
No. Por favor, no dispares
que quiero continuar mi vida.
Te prometo volver
para jugar contigo
otra vez,
por las calles de Chefchaouen.
Por estas calles de Chefchaouen hay unos niños que alborotan un escenario de naturaleza tranquila. Se ríen, cuchichean entre sí y me dicen cosas que ojalá pudiera entender. El ruido se hace silencio cada vez que les respondo en un español que tampoco comprenden. A pesar de ello, jugamos. El niño al que apunto con mi cámara me reta con su paraguas, y la imagen se convierte en poesía.
Poesía publicada en Chaouen, al borde de un poema, Según Mohammed Sefiani, el alcalde de esta localidad, «una obra como ejemplo evidente del compromiso por la cooperación entre el Consejo Municipal de Chefchaouen y la Diputación de Granada. Esa ciudad de Al-Andalus cuya belleza, tan similar a la nuestra, difumina la distancia y evidencia la profundidad de los vínculos nuestra común cultura: la de Andalucía y la del norte de Marruecos.»