Esta entrada pertenece a la serie Genios Terrenales
Puerto Rico vino a mí, a mi casa.
¿Puede un país caber en una mujer?
Aurora, la de los versos alados,
la que regala microlibros artesanales,
la que me trajo sonido y luz,
la de la sonrisa ancha.
Ahora Puerto Rico se llama Aurora Sonilú.
Abrí el librito, el verso alado,
leí:
“Cuando la vida se tornó espectáculo, murió la existencia”.