Veinte personas compartimos alimento regado de vino y risas, pero no nos conocemos entre sí. La mesa repleta de comida; de fondo, un móvil conectado a un altavoz pone la música de ambiente. ¿Cómo se llama el lugar? Cuidado que la pregunta tiene trampa. No estoy en uno de esos restaurantes secretos que tiene Barcelona a los que se accede con contraseña. Ni en una boda. Estoy en un salón de una casa particular celebrando el día de Acción de Gracias.
Parece el argumento de una película romántica, pero no hay actriz principal que se enamore de su cita a ciegas antes de conocerla. Simplemente he ido a cenar con unos desconocidos. No…no me he vuelto loca. He descubierto una nueva comunidad, Eat With. Esta empresa de origen israelí enlaza en su página online a anfitriones apasionados por la cocina con invitados entusiastas de la gastronomía. Eliges destino, ves las casas disponibles, los menús que ofrecen, el precio… y lo siguiente es llamar al timbre para disfrutar de una experiencia diferente.
Aunque he de decir que mi caso ha sido algo distinto. Supe del evento a través de Rachel así que ya conocía a alguien, pero no sabía que cenaría en casa de Juanjo, con quien ya había coincidido en otra ocasión. Él forma parte de Knok, una web de intercambio de casas. ¿Te imaginas irte de vacaciones a, pongamos, California, y no pagar alojamiento? Tú te alojas en casa de unos californianos, mientras ellos se quedan en la tuya para conocer tu ciudad. Fantástico. No paro de sorprenderme por la cantidad de nuevas ideas de negocio que están surgiendo, y quedan todavía por descubrir. Dicen que el 60% de los puestos de trabajo del 2020 aún no se han creado…
Y tú, ¿serías capaz de organizar una comida para invitar a gente que no conoces?